miércoles, 25 de abril de 2007
El horno de la tejería
EL HORNO DE LA TEJERIA
Está encima del sus , encima del río en una gran esplanada, pero allí actualmente no parece que haya habido nada, pero hubo , una caseta , una poza grande donde masaban el barro , las caruchas por donde subían el agua para salvar el terraplén, y el horno , cuyos vestigios aún se pueden observar, con sus paredes de adobas en forma de ladrillos en sentido circular, formando un semicírculo , bastante hondo .
Según nos han contado, allí hace bastante tiempo se hacían las tejas que hoy están en los tejados de nuestras casas del pueblo.
Primero:
Preparaban el material ( la tierra rojiza: la cogían de allí mismo, picaban una arcilla color gris que la ponian en remojo la noche anterior en la poza, un material que era bastante trabajoso de deshacer , y el agua que subían con carruchas desde el río)
Segundo:
Lo mezclaban todo muy bien y hacían como una balsa grande y en el centro echaban el agua, una vez absorbida toda el agua amasaban el barro resultante y lo ponian en un molde con la forma de la teja, más ancho por un lado y menos por el otro, era de hierro, tenia un grosor de unos tres centímetros, mas o menos, en una mesa ponian lo primero un puñado de ceniza, la extendian por el molde, a continuación ponían el barro lo alisaban bien y a continuación pasaban un punzón a todo alrededor para despegarla, y pasarla a otro molde con la forma de la teja, de hojalata, que pesaba muy poco, mojarla con la mano, alisarla y dejarla caer al suelo para asentarla en el suelo, cosa muy difícil porque tenia que quedar lo de dentro del molde (la futura teja) de pie, luego dejaban secar todas las tejas hechas al sol, durante todo el día
Por eso era un oficio sólo de verano.
Tercero:
Y por último cargar el horno para cocerlas que para eso había que ser un artista , eran unos auténticos artesanos, cargar el horno lo hacían por arriba, el hornero se metía dentro y los ayudantes le iban dando las tejas y las colocaba de manera que en el cemtro hiciera una especie de chimenea,las tejas perfectamente puestas cabían 1000tejas, pocas veces se rompia alguna teja, pues había que aprovechar todo al máximo. La última tarea era poner la leña y tapar el horno con tierra. Había que pasar noche y dia echando leña por la boca del horno para cocerlas,24 horas seguidas sin parar de echar leña, la boca del horno estaba por debajo del nivel del suelo, había que bajar un par de peldaños, como a unos 60 u 80 cms, es la distancia que había de donde se quemaba la leña a una rejilla con agujeros para que el calor calentara por todo igual, luego había que dejar enfriar el horno, no se podía abrir hasta que no estaba bien frío y entonces sacar todas las tejas, y con cuidado amontonarlas de pie en filas. Luego subirlas al pueblo con las caballerías.
También se iban a hacer tejas a los pueblos de los alrededores: Berge, Alloza, etc...
Que tiempos aquellos que todo se hacia manualmente, con los adelantos que hay ahora .
Guardemos bien las tejas de nuestros tejados que son auténtica artesanía crivillenense .
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