miércoles, 4 de septiembre de 2019

El nacimiento del río Escuriza

Es un paraje sin igual, de largo recorrido, puede hacerse en coche o andando, hasta el embalse de la Tejeda, en el término de Gargallo. Este pequeño embalse se encuentra en un “bosque natural de unas 400 hectáreas, cuya especie dominante es el pino rodeno o resinero sobre suelos arenosos, en medio de un entorno rodeado de materiales calcáreos, lo que le confiere un cierto carácter de bosque isla. Es el pinar llamado de Regachuelo y Tejeda. Destaca la presencia de jaras, brecina y tejos. Se halla en muy buen estado de conservación, con rincones de gran belleza donde se combina una variada paleta de colores.”

Me acomodo sobre las piedras y escucho. Consigo distinguir el sonido de los pájaros cantando sus variadas melodías y el agua cayendo hacia el barranco que se abre paso ladera abajo del embalse. Sin lugar a dudas es un paraíso aquella reserva de agua, ese tesoro para los agricultores de la zona, se ha convertido en un lugar maravilloso, en un rincón de paz y tranquilidad para nuestros sentidos.




atravesando este puente en el final- sobradero del embalse podemos observar la tubería de agua que lo alimenta además de los barrancos, dicha tubería proviene del nacimiento del Escuriza que tomando el camino ancho a mano izqd, después de seguirlo un largo trecho por el pinar de pinos jóvenes, entre curvas divisaremos unas montañas escarpadas, ya casi habremos llegado a nuestro destino, el nacimiento original de nuestro río


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