Así vivía Santolea el San Antonio con la tradicional Encamisada.
Todavía reinaba sosiego en Crivillén cuando se reunían en casa del cura, después de cenar: los componentes del Ayuntamiento y cuantas personas tenían caballerías mayores. A las nueve de la noche partían todos en dirección a la Iglesia, montados cada uno en su correspondiente caballería, a la grupa llevaban, a veces, a sus mujeres, hijas o hermanas. A la cabeza de la comitiva se colocaban abriendo paso el alguacil, luego el alcalde, el practicante y el párroco, precedidos por un hombre que llevaba en alto un tedero para alumbrar. y luego encender la hoguera de San Antón dispuesta en la plaza de la iglesia La calle Mayor Baja de Crivillén ganaba luz con el paso del tedero y parecían rendirse ante la comitiva entre altiva y errante.
Llegados todos a la puerta de la Iglesia paraban sin desmontar, apareciendo al fondo la imagen de San Antonio Abad. El Santo estaba al lado de la hoguera en un altar improvisado iluminado y muy adornado; a cada lado se le apostaban cuatro hombres que comenzaban a cantar las albadas, con la música y el romance. Terminadas las tradicionales albadas, la cabalgata, sigue su marcha dando la vuelta al pueblo y disolviéndose después. Además del romance cantado en la Iglesia, se cantaban otros dichos en la plaza y en las principales calles, mientras que la cabalgata hacía un alto. Se “cantaban a los cuatro vientos” unos versos que podríamos tildar de satíricos por parte de los mas chistosos de los vecinos, mas abajos descritos
El día de San Antón se abrían los porticones de la iglesia y el altar con el Santo se colocaba a la puerta de la iglesia , entonces el cura, ayudado por los monaguillos, procedía a bendecir las caballerías desde allí que se acercaban después de rodear la hoguera todavía encendida. y todo amenizado con la melodía del volteo de las campanas de la torre y las campanillas de las caballerías
Seguidamente se recorría el pueblo y al terminar, se retiraban las autoridades y participantes, dando paso a los que querían competir en una carrera con las caballerías. Algún año venían los gaiteros de Estercuel para amenizar el evento y luego el baile.
Anecdotas del día de San Antón por
Pilar Ciércoles Latorre nos recuerda que unos días antes de San Amtón su abuelo con un grupo de hombres cada uno con sus caballerías, él un macho y un burro, iban a buscar un GRAN TRONCO, que cree recordar que tenía que ser un chopo, para plantarlo en la plaza de la iglesia para luego rodearlo de troncos de leña que ardían toda la noche , hasta la misa de la mañana
Pedro Calvo Los chavales teniamos que recoger la leña por todo el pueblo para la hoguera con esta cancion leña para San Antón sino el burrigo tendra torzón
En la encamisada se sacaban muchos animales adornados con mantones. Y se alumbraban con teas de pino y las mas destacados y grandes eran las de los cofrades que de unos a otros se decían versos, los mas chistosos eran el tio Joaquin el Ciercoles y mi padre. nos cuenta Pedro Calvo
El tio Ciercoles decia "esta noche de San Antón sacamos la encamisada, lo que no les cuente yo lo dirá mi camarada " y mi padre le contestaba: " A las mozas de Crivillén que le recen mucho al Santo, que a todas les buscará novio, pero no les digo cuando" y otra; "San Antón es francés, que de Francia a España vino, lo que lleva en brazos es un niño, pero lo de los pies es un cochino " y así se pasaban dando vueltas en ronda por todo el pueblo y acababan en la hoguera en la plaza de la iglesia
A veces. venia un gaitero de Estercuel y se bailaba al lado de la hoguera, la encamisada la tocaba el padre del Felipe con una dulzaina. gue el tocaba, pasodobles y cuplés de la época
Las abuelas hacían unas pastas, como mostachones pequeños que se daban en misa, había mucho ajetreo en las casas de los mayorales y se reunía mucha gente a comer, todos los cofrades y consortes incluidos el alcalde, el cura, el practicante en casa del mayorl presidente de la cofradía de San Antón
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