lunes, 14 de noviembre de 2011

Ola Verde

En nuestro tiempo de juventud no existía esta ola verde que estamos viviendo en estos últimos años de reciclaje, de productos ecológicos, de medioambiente, y se nos echa a veces la culpa de que no hemos sabido perservar nuestro entorno, esta ola que lanza eslogans verdes a troche y moche se olvida que a su manera la gente y más la de los pueblos ya reciclaba y mucho .
Las botellas de leche de cristal eran devueltas a la tienda y las de vino, gaseosa, champán y sidra las empleaban cien veces para la conserva de tomate, embutido en ellas, no se desperdiciaba ni una.
Los productos que se consumían eran todos ecológicos no como ahora transgénicos que muy bonitos a la vista pero que no saben a nada.
La locomoción era en animales o en carros y no en vehículos y caminaban hasta el trabajo
Lavaban los pañales de los niños porque no eran desechables como los de ahora
Lavaban la ropa a mano y la secaban en el tendedero, no contaminaban el agua en la medida que se hace hoy en día con los productos de las lavadoras, porque el jabón se lo hacían ellos con el aceite reciclado.
El consumismo era mucho menor, se compraba lo justo, porque lo demás se intentaba producir en casa sin aparatos sofisticados y difíciles de reciclar.
Las bolsas de plástico no existían se embolicaba las cosas en el periódico o en papel gordo gris
Hacían ejercicio trabajando y había poca obesidad y no como ahora que a la mínima tienes que ir al gimnasio para estar way y seguir unas dietas difíciles de mantener.
Bebían del agua de la fuente bajada en cántaros y botijas a la casa y no hacía falta ni botellas ni vasos de plástico, se bebía a chorro que no a morro.
El afeitado era con navaja de afeitar para toda la vida y cuando ya no cortaba se afilaba no con maquinillas desechables muy prácticas pero contaminantes
La ropa se hacía durar y pasaba de hermano a hermano no como ahora un modelito para cada día, antes ropa de trabajar  o ropa de vestir para los días de fiesta y punto
Los chiquillos jugaban en la calle a juegos tradicionales y no como ahora metidos en casa con todas esas tecnologías que no les dejan pensar ni desarollar su imaginación, pues se lo dan todo hecho solo hay que pretar botones.
Con estas cosas no quiero decir que el progreso nos haya ido mal, todo lo contrario pero si que ha contribuido sobremanera a este consumismo que nos ha llevado a generar tantos productos contaminantes de difícil reciclaje y que nos concienciemos en esta época de crisis que la ola verde no nos cueste tanto, que los productos verdes no cuesten al doble que los otros sino al contrario, que al que recicla se le tenga en cuenta y se le premie de alguna manera, y no se lo quede el estado, hay sitios en España que ya se hace esto y acertemos el punto de inflexión en esta ola verde para dar de lleno en el blanco que es el bienestar de las personas y del medioambiente, todos ellos nos lo agradecerán de forma silenciosa con el sonido maravilloso de una naturaleza pura y limpia.




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